miércoles, 31 de octubre de 2007

Caso Emprendedor Bebidas

Casi sin quererlo, Eduardo Polanco convirtió un par de semillas en uno de los emprendimientos más promisorios de Guatemala. "Un amigo americano me las regaló y yo las planté en un terreno de nuestra propiedad en Alta de la Paz", cuenta, casi sin recuperarse de la sorpresa. De esas semillas nació un árbol que creció tranquilamente y sin que nadie supiera "para qué servía".

En 2001, Polanco -de profesión cirujano dentista- fotografió los frutos y comenzó a investigar por Internet. Al poco tiempo, al menos ya sabía que se trataba del morinda citrifolia, el archifamoso noni del que se extrae (a través de sus frutos) un elixir que puede ayudar al cuerpo a regenerarse celularmente e incrementar sus defensas.

Aún sin saber para qué, este amante de la naturaleza comenzó a propagar el árbol a través de almácigos y, en 2004, ya tenía 220 ejemplares. "Pensé que era un producto exclusivo de la polinesia", dice. "Pero el árbol se adaptó perfectamente a las condiciones de tierra y clima de la zona y creció rápido y con buenos frutos".

En esos momentos, cuando la región era azotada por el bajo precio internacional del café, TechnoServe, una organización sin fines de lucro que promueve el desarrollo de nuevas empresas en África y América Latina, lanzó en Guatemala un concurso de planes de negocio. Eduardo Polanco conversó con su esposa -su cómplice en esta aventura- y se preguntó: "¿Y si participo con mis árboles?".

Y así lo hizo.

El elixir del éxito

Alentado por la excelente adaptación del noni, el emprendedor presentó al concurso, en julio de 2005, un plan de negocios para producir el codiciado jugo. De 380 postulantes, el proyecto resultó entre los 60 preseleccionados y luego quedó entre los 18 finalistas. En febrero de 2006, Guanoni, el nombre del producto desarrollado por Eduardo Polanco, recibió US$ 10,000 como premio para ?consolidar? el plan y buscar cómo llevarlo a la práctica.

TechnoServe, en ese momento, ofreció su ayuda para buscar más apoyos y pronto Eduardo comenzó a aterrizar una fórmula que le permitiera producir un jugo comercializable. "Desde el principio quisimos buscar un producto natural que privilegiara un estilo de vida saludable", precisa. "Conocíamos el producto comercial con la marca Tahitian Noni y sabíamos que podíamos desarrollar en Guatemala un producto similar o aún mejor".

Sin embargo, había un problema,el sabor: El caldo natural no resultaba agradable al gusto ni al olfato. Intentaron mezclarlo con jugo de uvas (que importaron de California), como lo hacían en Estados Unidos, pero el producto se elevó en costos. La solución, entonces, debía provenir de materia prima local. Luego de experimentar con piñas y rosa de jamaica, la "fórmula feliz" llegó combinando el noni con miel. "No sólo la composición es local, sino también la tecnología de producción", recalca el empresario.

Hoy, el Guanoni es una realidad. Después de invertir US$ 90,000 en el proyecto, el producto se vende en dos formatos: un concentrado libre de azúcar que se promueve entre diabéticos y personas con hipertensión, y un energizante adicionado con miel. El próximo paso es mejorar el sabor del jugo con un endulzante natural llamado stevia, que proviene de una planta sudamericana que crece en Paraguay y Brasil.

En promedio, el producto cuesta US$ 12 el medio litro (Q 90 quetzales). Guanoni espera producir 1,500 litros por mes este año, para llegar a 5,000 en 2008, cuando ya estén en producción 4,500 árboles. Curiosamente, el noni guatemalteco tiene mejor rendimiento que sus pares polinésicos: en vez de dar 15 frutos por mes, cada ejemplar genera 20.

El plan, ahora, es promover el producto y mejorar las estrategias de distribución. Para Eduardo Polanco, además, es un "objetivo país": "Este proyecto ya emplea a 16 personas y creemos haber descubierto una nueva fuente de riqueza para Guatemala", dice orgulloso.

Claves

* Experimentar, experimentar y experimentar, hasta encontrar la "fórmula feliz".

* Apostar por un producto natural que pudiera ser utilizado, sin peligro, por personas que realmente lo necesitan.

* Incorporar tecnología y mano de obra local.

* Abrir las puertas a una nueva industria nacional.

* Integrar soluciones globales.

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